¿Quién dijo que los días de otoño son tristes? En Casa Rural Graña da Acea están llenos de vida. Con esa luz especial que deja esta época del año, los preciosos paisajes teñidos de colores a medio camino entre el verde y el ocre, y el encanto de sentirse acogido en una casa rural confortable y preciosa, el otoño se convierte en una de las épocas el año preferidas por muchos huéspedes.
Hay muchas razones para venir a visitar Graña da Acea en otoño. Si nunca lo has hecho, seguro que te encantará. Y si ya lo has probado, seguro que repites. El secreto está en dejarse llevar, disfrutar de todo lo que te rodea relajadamente y encontrar en los pequeños detalles esa sensación de dejar atrás las prisas y el estrés del día a día. ¿Quieres saber qué es lo que más disfrutan nuestros huéspedes en otoño? Te contamos el secreto.
Una luz especial
La luz que tiene el otoño no la podemos apreciar en ninguna otra época del año. Es una luz dorada, a veces tímida y otras veces rompedora, que penetra por las ventanas y se cuela por los rincones tiñéndolo todo de una tonalidad que resulta especialmente acogedora.
Una luz especial que dibuja los contornos de los muebles y acaricia las páginas del libro que estamos leyendo. Perfecta para fotografiar. Ideal para compartir momentos. El otoño tiene una luminosidad única, que no tiene ninguna otra época del año, y eso la convierte en especial.
Un paisaje incomparable
Nos asomamos a las ventanas y vemos parte de las seis hectáreas del jardín, prado y monte que tiene la casa. Desde el exterior nuestra vista alcanza hasta el río y se pierde por las suaves laderas conformando un espectáculo único.
Es momento de ver caer las hojas. De intentar contar las decenas de tonalidades existentes entre el verde y el amarillo. Tiempo de escuchar el sonido del viento y sentirse seguro y confortable. De disfrutar de un rato de charla en un cómodo sofá. La Casa Rural esconde mil y una historias como ya habrás presentido por las fotografías dispuestas a lo largo y ancho del alojamiento. Si quieres y tienes tiempo, te las podemos contar.
El encanto de pasear sin gente
El otoño es una época para pasear y lo mejor es que podemos hacerlo sin grandes tumultos de gente. Tanto si lo que nos gusta es hacer turismo por ciudades llenas de magia y con una amplia oferta cultural, como A Coruña, Ferrol, Lugo o Santiago de Compostela, como si lo que prefieres es visitar localidades llenas de encanto, como Pontedeume, o disfrutar de la gastronomía típica de esta época del año, ésta es la época perfecta para hacer turismo. Y todo queda cerca de la Casa Rural Graña da Acea
Y si lo que realmente disfrutas es la naturaleza, el Parque Natural Fragas do Eume nos regala casi 10.000 hectáreas de bosque atlántico autóctono, que en esta época del año luce espectacular. Las diferentes tonalidades de las hojas de los árboles conforman un paisaje único, como recién salido de un cuento. Un lugar que enamora al primer golpe de vista y que se queda grabado en tu retina para siempre. Un rincón de Galicia al que siempre deseas volver.
Una casa acogedora
El otoño es tiempo de recogimiento. De leer un buen libro sentado en una cómoda butaca. De pasar tiempo con la familia o los amigos, quizá jugando a un juego de mesa, o prolongando una velada después de comer sin necesidad de mirar el reloj.
Imagínate disfrutar de una escapada en una antigua casa de piedra del siglo XVII rehabilitada con gusto, donde la amplitud, la luminosidad, el silencio y la tradición resultan las notas dominantes. Un paraíso del descanso lo suficientemente alejado del barullo, pero cerca de cualquier tipo de actividad que te apetezca hacer.
Puedes alojarte en cualquiera de nuestros edificios. Tenemos seis habitaciones en la Casa Grande y tres en la Palleira, el antiguo pajar de la vivienda. ¿Qué tiene más encanto que dejarte atrapar por la magia del turismo rural en esta época del año?
Tiempo exclusivamente para ti
En nuestro día a día la prisa nos arrastra. Parece que nos faltan horas y vivimos en un permanente estrés. Y sin embargo, cuando hacemos una escapada de turismo rural en la Casa Rural Graña da Acea ocurre a la inversa. Desayunamos tranquilamente, con tiempo suficiente para planificar nuestro día. Descubrimos todas las horas que tenemos a nuestro alcance para disfrutar de nuestras actividades favoritas. Y simplemente nos regalamos tiempo. Tiempo para nosotros y para los que nos quieren. Tiempo para descansar, desconectar y cargar energías.
El otoño es sinónimo de sosiego. Y la Casa Rural Graña da Acea nos ofrece también la posibilidad de disfrutarlo al máximo. Es por eso que muchos de nuestros clientes nos comentan que ésta es una de sus épocas del año preferidas para visitarnos, después de los meses veraniegos y justo antes de la vorágine de la Navidad.
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